Hemos estado mucho tiempo sin escribir, y no ha sido por falta de noticias, ha sido por falta de tiempo. Estos
últimos meses han sido agotadores, el número de animales atendidos ha crecido de forma exponencial.
Cuando crees que más se está concienciando la sociedad contra el abandono y el maltrato acabas recibiendo un baño de realidad, y te das cuenta de que no cambia nada, si acaso a peor, y que por mucho que se cambien las leyes, al final hay demasiadas personas que consideran a sus compañeros como un estorbo y además prescindible.
El número de abandonos que hemos atendido estos meses ha sido superior al de otros años, hasta llegar a saturar completamente nuestra capacidad. La situación en la que llegan los animales es cada vez peor, atropellos, enfermedades…
Parece mentira que alguien que se considere humano sea capaz de abandonar a su compañero simplemente por irse de vacaciones. Aunque no es la única excusa que se utiliza para “soltar lastre”.
Sin exagerar lo más mínimo, los registros y las estadísticas están ahí, de cada diez llamadas telefónicas o mensajes de WhatsApp que hemos recibido 
estos últimos meses, siete son para entregar perros, gatos, hurones, conejos, etc. Cambios de vivienda, de ciudad, nacimientos, problemas de comportamiento, etc., cualquier excusa es buena. Ante un problema lo primero es deshacernos del compañero. Una auténtica vergüenza de sociedad.
Esto, unido a una caída acusada de las adopciones nos lleva a pensar 
que, a pesar de esa imagen idílica de que está aumentando la concienciación de la sociedad, la responsabilidad y el respeto por los derechos de los animales, la realidad es completamente distinta, cada vez hay más abandonos, más maltrato y más entregas voluntarias. Evolucionamos negativamente, está claro.
Si a esto le añadimos la falta de apoyos, donantes, voluntarios, casas de acogida, etc., nos queda un panorama desolador y un futuro nada halagüeño. A pesar de todo vamos a seguir luchando, y mientras nos sea posible no pensamos apartarnos un ápice de nuestra línea de trabajo.
