Justo acaba de cumplirse un año de la llegada de Alfredo y nos parece que puede servir de ejemplo de nuestra forma de trabajar con los animales.
Cuando lo recogimos estaba en un estado lamentable, infestado de garrapatas, al borde del golpe de calor, algunos le hicieron fotos y lo difundieron en redes sociales, muchos pidieron que alguien se hiciera cargo, pero nadie movió un sólo dedo.
Tuvimos que dejarle en cuarentena en los servicios municipales de la localidad donde estaba, y en cuanto cumplió el plazo nos lo llevamos con nosotros, previo pago de las tasas correspondientes, para que les quede bien claro a todos esos «benefactores» de los animales que habitan en las redes sociales que tanto nos criticaron, pero que no hicieron nada por Alfredo, ni antes, ni después, ni nunca, porque lo suyo no es trabajar con por y para los animales, lo suyo es sólo fotografiar, escribir, exigir y en más de un caso recaudar.
Cuando llegó con nosotros tenía una delgadez muy marcada, sólo pesaba 14,5 kilos, así como una apatía general que no era normal, por lo que lo sometimos a una batería de test, con el resultado de un positivo en leishmania, con 1/1280 de titulación. Además de un pequeño defecto congénito en el ojo izquierdo que no le limita en nada en su vida diaria.
La profesionalidad y los cuidados de su veterinario Marco Antonio Marco Gomáriz, de la Clínica Veterinaria Ilorci, una alimentación adecuada a su estado, ejercicio físico, y mucho cariño, tiempo y dedicación, han dado como resultado que a fecha de hoy Alfredo está en un excelente estado físico, casi ha doblado su peso hasta los 25,5 kilos actuales, y es un perro felíz.
Alfredo tiene un caracter muy especial que nos ha cautivado a todos quienes hemos tenido contacto con él, sea diario o esporádico, es alegre, sociable con adultos, niños, y con todo tipo de animales, perros, gatos, etc.
Un animal magnífico, con un caracter excepcional, que sólo requiere tomar a diario su medicación, que tiene un coste muy bajo. Alfredo hará inmensamente feliz a quien decida adoptarlo.
Además Alfredo ilustra perfectamente como realizamos diariamente nuestra labor en ANERPA, los animales conviven con familias normales en sus casas de acogida, reciben todos los cuidados que sean necesarios, están al día de todas sus vacunas, desparasitaciones, etc., juegan, pasean y estimulan su personalidad mediante el ejercicio diario, etc.
En resumen, trabajamos para que los animales estén perfectamente adaptados a una vida normal en familia el día que se van adoptados.
Por esto está la palabra Rehabilitación en el nombre de nuestra Asociación.
Editado: Alfredo finalmente se encontró con la familia que le estaba esperando. Gracias a Marian y a su familia por darle un nuevo hogar a Alfredo. Y gracias a ti Alfredito por todo lo que nos has dado y enseñado en este tiempo que hemos podido disfrutar de tu cariño, inteligencia y bondad.