Acaba de dejarnos Gabi. Su pequeño y frágil cuerpecito ya no pudo aguantar más.
A pesar de nuestros esfuerzos, de nuestras noches sin dormir, de los excelentes cuidados de Marco, su veterinario, y del apoyo de todos los que habéis estado pendientes de su evolución, Gabi nos ha dejado.
Esperamos que el malnacido que lo arrojó a un pozo junto a sus hermanitos lea esto, que el recuerdo de su repugnante, cobarde y ruin acción le persiga el resto de su asquerosa vida, y que sepa que tarde o temprano daremos con él, cueste lo que cueste, Alimañas como esta no deberían de nacer.
Gabi se ha ido, ya corretea feliz en el cielo de los perritos, pero su recuerdo vivirá siempre en nuestros corazones.